viernes, noviembre 30

¿Dónde comienza la maldad? 
Si yo le deseo el mal a alguien, pero no lo expreso abiertamente, nadie se entera que le deseo el mal, entonces ¿No soy mala?
Si nadie se entera, si está solo en mi cabeza la maldad, yo no hago nada, sólo tengo pensamientos malos contra esa persona ¿El karma me afecta igual? ¿Por qué? Si yo no hice nada
¿Pensar también es juzgable?
¿Juzgable por quién? ¿Por nuestra propia conciencia, por el karma, por un ser superior...?
Pero quizás no pueda evitarlo. No haría nada para perjudicarle, pero mi cabeza se regocija al saber que esa persona sufre. ¿Por qué, mente, por qué disfrutas su desdicha? ¿Estoy siendo mala al disfrutar, voluntaria o involuntariamente, de la desgracia ajena?
Yo nunca hablé mal de esa hipotética persona, ni nunca le hice nada por mano propia; ¡Ni lo haría! Nadie sabe ni se imagina lo que corre por mi mente. ¿Soy mala?

1 comentario:

  1. Dentro de nuestra mente no existe ni el bien ni el mal, son actos que nosotros etiquetamos y empaquetamos en cierto lugar.

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