domingo, febrero 17

Siempre fui un libro abierto, que gritaba, y que nadie se interesó en leer.
Ahora, que me pispean, lo hacen para destruirme, para superarme, para robarme.

Nunca me pareció correcto cerrarme, al menos no en este sentido, no deseo ser misteriosa ni ocultar cosas... Pero parece que no se le puede contar nada a nadie.

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